¿Qué es una orden stop-loss?
Una orden de stop-loss es una orden colocada con un corredor para comprar o vender una acción específica una vez que la acción alcanza un determinado precio. Un stop-loss está diseñado para limitar la pérdida de un inversor en una posición de valores.
Por ejemplo, si establecemos una orden de stop-loss un 10% por debajo del precio al que compró la acción, limitaremos la pérdida al 10%. Por ejemplo, si compramos una acción de Sony a 20 dólares por acción y configuramos una orden stop-loss a 18 dólares. Si la acción cae por debajo de $18, sus acciones se venderán al precio de mercado vigente.
También existen otros tipos de ordenes similares como las stop-limit. Sin embargo, como su nombre indica, hay un límite en el precio al que se ejecutarán. Por tanto, hay dos precios especificados en una orden stop-limit: el precio stop, que convertirá la orden en una orden de venta, y el precio límite para no vender en caso de que haya una bajada de precio extrema.
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Ventajas de las órdenes Stop-Loss
Una de las ventajas es que no tiene que nos permite controlar nuestra cartera de manera continua sin tener que estar revisando el rendimiento de una acción a diario. Esta comodidad es especialmente útil cuando está de vacaciones o en una situación que le impide vigilar sus acciones durante un periodo prolongado.
Una ventaja adicional de una orden de stop-loss es que permite tomar decisiones libres de cualquier influencia emocional. La gente tiende a “enamorarse” de las acciones. Por ejemplo, pueden mantener la falsa creencia de que si le dan otra oportunidad a una acción, ésta se recuperará. En realidad, este retraso sólo puede hacer que se acumulen las pérdidas.
Además, las órdenes stop-loss suelen ser gratuitas. Solo se cobrará la comisión habitual de venta si se alcanza el precio fijado.
Desventajas de las órdenes Stop-Loss
La principal desventaja es que una fluctuación a corto plazo en el precio de una acción podría activar el precio tope y limitar a largo plazo el rendimiento de nuestras inversiones. La clave está en elegir un porcentaje de stop-loss que permita que una acción fluctúe día a día, y que al mismo tiempo evite el mayor riesgo a la baja posible. Por ejemplo, establecer una orden de stop-loss del 5% en una acción que tiene un historial de fluctuación del 10% o más en una semana puede no ser la mejor estrategia… Y quizás se ejecute el stop-loss y luego quieras volver a comprar el activo incurriendo en más comisiones de compra y venta que sin haber vendido.
Las órdenes stop-limit tienen otros riesgos potenciales como que el precio se desplome por alguna noticia negativa. Cuando un stop-loss se activa, los activos se venden a precio de mercado. Esto quiere decir que si el stop-loss está a 18 dólares, pero las órdenes de compra están a 10 dólares, la venta será a 10 dólares. Este problema se puede limitar en parte con las órdenes stop-limit para no vender por debajo de determinado precio.
Resumen
- Las órdenes stop-loss son una herramienta sencilla pérdidas excesivas o para bloquear o asegurar beneficios.
- Casi todos los estilos de inversión pueden beneficiarse de esta herramienta, pero muchos inversores no la utilizan con eficacia.
- Normalmente ayuda a pensar en un stop-loss como una póliza de seguro: espera no tener que usarlo nunca, pero es bueno saber que tienes la protección en caso de necesitarla.