La introducción del bitcoin hace más de una década desencadenó una revolución financiera. Este levantamiento revolucionario no se ha producido. La primera década de las criptodivisas fue testigo de una serie de disputas, oscilaciones de precios y errores. A 30 de agosto de 2021, el precio del bitcoin ha caído aproximadamente un 24%, desde su máximo histórico de 63.000 dólares en abril de 2021 hasta su nivel actual de casi 48.000 dólares.
Tanto los inversores como los aficionados tienen una perspectiva positiva sobre el futuro del bitcoin. Es posible que los próximos 10 años sean un período de éxito o fracaso para Bitcoin y otras criptodivisas.
Compromiso de visión
En el documento fundacional que Satoshi Nakamoto publicó el 31 de octubre de 2008, Bitcoin se presentaba como una alternativa sin fronteras y descentralizada a las monedas fiduciarias de la época, controladas por los gobiernos y los bancos centrales. Las transacciones con bitcoin no requieren la participación de un tercero para llegar a un acuerdo. La legitimidad de una transacción puede confirmarse y corroborarse mediante la cadena de bloques (blockchain), que es una red de libros de contabilidad electrónicos entre pares.
Según Nakamoto, el coste de la mediación eleva los costes de las transacciones, reduciendo el umbral de lo que constituye un importe de transacción comercialmente viable e imposibilitando la realización de negocios casuales o insignificantes.
Después de 13 años, esta visión parece haberse arruinado. La era de la descentralización ha terminado. Las ballenas de Bitcoin son inversores que tienen participaciones significativas de la criptomoneda, y sus participaciones dictan su precio. La democratización del proceso de creación de dinero a través de la minería se ha visto comprometida por las granjas mineras masivas. Los problemas de escalabilidad del bitcoin han dado lugar a la creación de bifurcaciones y monedas alternativas.
Pero un ecosistema próspero para las criptodivisas mitiga los efectos negativos de estos aspectos. En este momento, el valor del mercado del bitcoin es de 2,02 billones de dólares.
La próxima década
La próxima década de Bitcoin podría ser crucial. Los inversores también deben estar atentos a la ecología que rodea a Bitcoin, además de los trastornos en el sector financiero.
El propósito de la criptodivisa es operar como medio de intercambio y almacenamiento de valor. La volatilidad del precio de Bitcoin supone una oportunidad para que los inversores institucionales obtengan beneficios, y algunas naciones, como Japón, lo han reconocido como un modo de transacción válido.
Sin mejoras en el ecosistema, Bitcoin nunca alcanzará su objetivo de ser ampliamente aceptado como método de pago o de ganar popularidad como clase de activo. Para que Bitcoin sea una inversión o una forma de pago viable, su tecnología blockchain subyacente debe ser capaz de procesar rápidamente millones de transacciones. La escalabilidad es una garantía de Lightning Network. Tanto Bitcoin Cash como Bitcoin Gold, que se originaron como resultado de una fuerte división en la red Bitcoin, tienen el objetivo de alterar la dinámica del ecosistema para que pueda procesar más transacciones en un menor tiempo.