¿Qué es Dai (DAI)?
Dai es el protocolo de la primera criptodivisa descentralizada y respaldada por garantías, y DAI es su token, un criptoactivo que intenta mantener un valor estable 1:1 con el dólar estadounidense mediante el bloqueo de otros criptoactivos en smart contracts.
Esto significa que, a diferencia de otras criptodivisas respaldadas por activos, que pueden ser emitidas por empresas con fines de lucro, DAI es el producto de un software de código abierto llamado Maker Protocol, una aplicación descentralizada que se ejecuta en la parte superior de la blockchain de Ethereum.
Como tal, DAI mantiene su valor no por estar respaldado por dólares estadounidenses custodiados por una empresa, sino por el uso de deuda colateralizada denominada en ether (ETH), la criptomoneda de Ethereum.
El Protocolo Maker, a través de contratos inteligentes que se ejecutan en Ethereum, permite a los prestatarios bloquear ETH y otros criptoactivos, garantizándolos así, para generar nuevos tokens DAI en forma de préstamos.
Si los prestatarios desean recuperar el ETH bloqueado, tendrán que devolver el DAI al protocolo y pagar una cuota (comisiones). En caso de liquidación, el Protocolo Maker tomará la garantía y la venderá mediante un mecanismo de subasta interno basado en el mercado.
Debido a su diseño, el suministro de DAI no puede ser alterado por ninguna parte de la red. Por el contrario, se mantiene a través de un sistema de contratos inteligentes diseñados para responder dinámicamente a los cambios en el precio de mercado de los activos en sus contratos.
¿Cómo funciona el DAI?
El DAI es un criptoactivo que tiene un valor 1:1 con el dólar americano y que, como hemos visto, está colateralizado por otras criptodivisas.
Si los usuarios quieren adquirir DAI, pueden gastar ETH para comprar la cantidad equivalente en dólares en DAI en un intercambio o pueden colateralizar ETH y otros activos utilizando el Protocolo Maker.
Las Posiciones de Deuda Colateralizada (CDP) son los contratos inteligentes en el Protocolo Maker que los usuarios pueden aprovechar para bloquear sus activos de garantía (es decir, ETH o BAT) y generar DAI.
Los CDP pueden considerarse como bóvedas seguras para almacenar las mencionadas garantías. Para tener en cuenta la volatilidad de la criptogarantía, el DAI suele estar sobrecolateralizado, lo que significa que la cantidad de depósito requerida suele ser mayor que el valor del DAI.
Para recuperar el ETH almacenado, el usuario tiene que devolver el DAI y pagar una tasa de estabilidad.
La importancia del DAI
Las stablecoins como DAI pueden ofrecer a los comerciantes una poderosa herramienta para evitar la volatilidad a veces extrema de las muchas criptodivisas cuyos precios están determinados por el mercado abierto.
Por ejemplo, al trasladar el valor a DAI, un operador podría reducir su riesgo de exposición a una caída repentina del precio de Bitcoin o Litecoin. Sin embargo, esto podría ser a costa de perder la exposición a un aumento repentino del valor también.
Otra ventaja de DAI es que puede eliminar los costes de transacción y los retrasos que perjudican la ejecución de las operaciones en el mercado de las criptomonedas cuando se utilizan las monedas gubernamentales tradicionales, que pueden tener que moverse entre los bancos, retrasando la ejecución óptima.
DAI también ofrece a los usuarios la posibilidad de acceder a préstamos de una manera que puede ofrecer ventajas sobre las opciones existentes. Frente a un proceso en el que su crédito es evaluado por un banco o institución financiera, los usuarios de DAI pueden simplemente poner ETH y recibir DAI. Cuando deciden devolver los préstamos, sólo pagan una pequeña cuota adicional.
¿Quién ha creado Dai?
Fundada en 2014 por Rune Christensen, la Maker Foundation creó el Maker Protocol, un proyecto de código abierto cuyo objetivo era operar un sistema de crédito que permitiera a los usuarios pedir préstamos con garantía de criptodivisas.
DAI se lanzó oficialmente en el Protocolo Maker en 2017 como un medio para proporcionar un activo de préstamo no volátil para empresas y particulares.
La Fundación Maker finalmente cedió el control del software a MakerDAO, una organización autónoma descentralizada que ahora gobierna el Protocolo.