Según las conclusiones de un estudio reciente, el uso del cifrado con prueba de conocimiento cero podría hacer posible lograr una “privacidad sin confianza” en una moneda digital de banco central (CBDC).
La Fundación Mina, una red descentralizada, y Etonec, una empresa de pagos criptográficos, colaboran para demostrar que las CBDC pueden ofrecer el mismo nivel de anonimato que el dinero en efectivo y, al mismo tiempo, cumplir las normas de lucha contra el blanqueo de capitales.
Según Jonas Gross, responsable de activos y divisas digitales de Etonec y presidente de la Digital Euro Association, proporcionar anonimato a los pagos es más una cuestión política que tecnológica. Esto es algo que Gross declaró a The Block.
Entre el emisor y el receptor, la tecnología de conocimiento cero (ZK) puede proporcionar un nivel de secreto comparable al de la moneda. Hasta que alcanza ciertos umbrales, un tercero, como una organización financiera, no puede ver los datos concretos, el artículo indica que la pareja de transacciones solo podrá efectuar pagos si se ha confirmado su conformidad.
El Núcleo
Gross predijo que la “tecnología de conocimiento cero” se convertirá en un componente esencial de la próxima generación de sistemas de pago.
La preocupación por la privacidad surge cuando se trata de monedas digitales respaldadas por los Estados. Según una encuesta realizada por el BCE en 2021, la protección del derecho a la intimidad personal de los individuos era la máxima prioridad para un posible euro digital.
Gross reconoció que las personas que trabajan para los bancos centrales tendrán acceso al estudio.
Según él, existe una necesidad significativa de privacidad en los CBDC a pesar de que las distintas culturas tienen normas diferentes al respecto. Algunos bancos centrales ya están experimentando con un CBDC que salvaguarde la privacidad de las personas.