A pesar de la idea de la descentralización, las redes de blockchain también necesitan nexos de unión firmes. De aquí nace el concepto de masternode, ayudando a que el amplio tejido digital esté bien ordenado y organizado.
Pero más allá de su propia funcionalidad, también es posible invertir en masternodes. Para ello es importante conocer tanto las ventajas como las desventajas que ofrecen para valorar si el retorno de la inversión es positivo.
¿Qué es un masternode?
Un nodo es un punto de distribución de información. Ya sea físico o virtual, a través de un nodo se pueden crear mensajes, recibir mensajes y transmitirlos a cualquier dirección. Un masternode tiene una función idéntica, pero adaptada a todo el proceso del blockchain.
Esto permite que el masternode de una blockchain realice ciertos servicios clave en la red, garantizando un funcionamiento correcto de todo el proceso. A través del proof of skate, o prueba de participación, da operatividad a la gestión de pagos, a los sistemas de gobernanza y a la votación de modificaciones. Aunque algunos masternodes funcionan con otros protocolos, como el proof to work.
El primer masternode se creó en 2014 por el desarrollador llamado Evan Duffield. Implementó esta idea en un hard fork de Bitcoin y que posteriormente se llamó Dash. Otros desarrolladores no tardaron en ver la idea con buenos ojos y copiarla para otros proyectos de blockchain.
Ventajas y desventajas de un masternode
Las características de un masternode hace que el proyecto de la criptomoneda en el que está implementado disfrute de ciertas ventajas. Para comenzar, se acelera la velocidad en las transacciones, además de la privacidad de las mismas, fortaleciendo el anonimato.
También es un facilitador que incentiva un mecanismo de control eficiente de la propia red, además de mejorar la gobernanza. Gracias a este esfuerzo añadido, el retorno de la inversión es mayor, lo que significa obtener ganancias superiores.
Por otro lado, para obtener un masternode es necesario inmovilizar una gran cantidad de activos digitales, dependiendo de la criptodivisa a la que esté asociado. Esto causa que no haya demasiados masternodes, por lo que dificulta la descentralización de la red.
Además de que tener un masternode funcional requiere de una mayor capacidad computacional, por lo que es necesario destinar más recursos en disponer de un equipo con gran potencia y acceso ininterrumpido a la red.
¿Es posible invertir en masternodes?
Sí, es posible, aunque hay que tener en cuenta que la inversión inicial para obtener un masternode suele ser alta. Depende de cada criptodivisa, pero con el análisis y estudio adecuado es posible encontrar aquellas que ofrezcan más ganancias que dolores de cabeza.
Para ello, y calculando el retorno de inversión, el interesado debería tener en cuenta aspectos como el precio de compra de la moneda, el mecanismo de incentivo, el coste y tiempo de alojamiento de un masternode y la cantidad que están activos. También es importante fijarse en la fiscalidad de los ingresos obtenidos por esta inversión.
Al fluir constantemente el precio de venta de las criptomonedas, también hay que tener en cuenta la previsión de cara a futuro. Como cualquier inversión, la idea es que si quieres desprenderte de ella, no acabes perdiendo dinero.
En definitiva, un masternode es un elemento que ayuda a que una red de blockchain funcione mucho mejor a costa de una pizca de centralización. Mejora ciertos servicios, y el hecho de que se pueda invertir en ellos los hace interesantes para aquellos que busquen apostar fuerte.