Seguro que has escuchado todo tipo de mitos del Bitcoin. Y es que hay mucho cuñado, mucha persona de barra de bar que habla por los codos sin saber exactamente qué está diciendo. Lo típico que escuchan de la boca de alguno de sus referentes informativos, distorsiona su opinión y luego vomitan lo mismo sin ni siquiera informarse.
Como no podía ser de otra manera, el Bitcoin, el blockchain y el mundo de las criptomonedas no se salva de estas esperpénticas opiniones. Si tienes que lidiar con ellas de forma constante, aquí te damos algunos argumentos para tratar de rebatir con inteligencia a aquellos que hablan más que piensan.
El bitcoin es una burbuja
Lo que hemos vivido estos últimos meses, por no decir meses, es una locura. El precio del bitcoin ha oscilado tanto, con sus auges y caídas, que es digno de estudio. Por ello muchos no entienden cómo funciona el valor del bitcoin, y de la mayoría de las cosas la verdad.
Para los que dicen que el bitcoin es una burbuja, la mejor forma de argumentar es que este tipo de ciclo especulativo también ocurre en otros ámbitos. Sin ir más lejos, los precios inasumibles en las viviendas o en su momento el la tecnología punto.com con el auge de internet.
Que el precio sea más alto que su valor real ocurrirá siempre en las nuevas tecnologías, además de tener en cuenta la relación necesidad-demanda típica de los mercados capitalizados. A la larga, este ciclo se estabilizará, así como los desorbitados precios del bitcoin cuando se pase la moda (y otras redes blockchain suban).
No tiene valor real
¿Qué es lo que le da el valor real a una moneda física? Básicamente la escasez de la misma, ya que no hay muchas monedas actuales que estén respaldadas por las reservas de oro de un país. Es por ello que, a más se crean grandes cantidades de una misma moneda, menos es el valor que tiene.
En el caso del bitcoin y de otras criptomonedas, no es posible crear más por arte de magia. Detrás de ellas existe una codificación que establece un límite, un suministro total. Si a eso se le suma que a cada año que pasa es más difícil extraer bitcoins, genera una escasez controlada que ofrece valor real a esta criptomoneda.
En definitiva, es la escasez de ese elemento, material, moneda o lo que sea lo que realmente le da valor. Si a las criptomonedas le sumas también la dificultad de obtener recompensas por la creación y verificación de bloques en una red de blockchain, este valor cobra aún mayor importancia para el mantenimiento indefinido de estas plataformas de finanzas descentralizadas.
Tampoco es útil en el mundo real
Es cierto que en la actualidad no hay muchas opciones para utilizar el bitcoin como una moneda para intercambio de bienes o servicios. No hay muchas empresas y profesionales que las acepten, aunque poco a poco muchos de ellos se están adaptando y ofreciendo esta opción a sus clientes.
Vamos, que no podrás ir a la frutería pakistaní a la vuelta de la esquina y cambiar un puñado de criptomonedas por ciruelas de Perú, pero quizás sí te encuentres con la oportunidad de adquirir inmuebles, aparatos tecnológicos y otros servicios que han apostado por este tipo de pago.
Además de lo anterior, el bitcoin y las criptomonedas basadas en blockchain son más fácilmente rastreables por las autoridades con el fin de detectar actividades fraudulentas. También acelera todos los procesos de compra, además de reducir su coste, gracias a que no requiere de intermediarios como los tradicionales bancos o procesadores de pago.
Invertir en Bitcoin es jugar a apuestas
Este es uno de los mitos del bitcoin más extendidos, pero es más por el puro desconocimiento de cómo funcionan las redes de blockchain que por otra cosa. Mucha gente se queda con el hecho de que se puede comprar a un precio y vender a otro, como si fueran inversiones de un mercado financiero.
Es tan sencillo como entender que si compras el token bitcoin a un precio elevado y luego sube más, puedes venderlo y obtener beneficios. Por otro lado, si ves que está cayendo en picado su valor y te deshaces de él antes de que baje más, perderás una parte de tu inversión.
Esta es la parte arriesgada, la que le da un sentido a que el bitcoin es una apuesta. Pero esto puede pasar con todo tipo de bienes o productos. Al final uno tiene que tener la cabeza fría y asumir que todo lo que invierta en bienes de precio oscilante es dinero que puede llegar a perder. Vamos, que apuestes siempre con dinero que no necesitas para vivir.
A la larga será reemplazado por otra criptomoneda
El bitcoin ha demostrado no sólo ser una de las primeras criptomonedas factibles, sino también ser la más reconocida e importante. A pesar de la gran cantidad de redes de blockchain que compiten con ella, sigue siendo la que más valor tiene.
Esto no significa que en un futuro no sea sobrepasada otra que ofrezca mejores prestaciones a su ecosistema de empresas, organizaciones y usuarios. En la actualidad ninguna de ellas lo ha logrado, eso sí. Ni siquiera se ha acercado lo más mínimo.
Y mira que existen criptomonedas basadas en la tecnología de blockchain de Bitcoin. Ni con estas bifurcaciones. Si a eso le sumas que se trata de una red descentralizada mundial con millones de usuarios, es muy difícil implementar cambios o circunstancias que desestabilicen el bitcoin para ser sobrepasado.
No es una moneda virtual segura
Que si virus, que si phishing, que si hackeos masivos y puede que un montón de patrañas informáticas más son argumentos que escucharás para decirte que el bitcoin no es seguro. Pero hasta ahora, esta red de blockchain no ha sido hackeada jamás.
La desinformación en la seguridad digital hace mucha mella en aquellos alejados del ámbito de las criptomonedas. Nada más lejos de la realidad, los protocolos utilizados en bitcoin hacen que los diferentes ataques contra la red Bitcoin tengan un éxito extremadamente difícil.
Se trata de una red segura debido a la descentralización. Al tener cada uno de los nodos mundiales que conforman la misma información, por mucho que se altere en un bloque de la cadena, existirán miles de bloques originales que demostrarán ese ataque malicioso. No ocurriría lo mismo con un banco centralizado con un único banco de datos.
Es dañino para el medio ambiente
Este mito del bitcoin viene referido a las granjas de minería, a los grandes nodos y la cantidad de energía eléctrica que se consume para mantener todo el proceso de creación y verificación de bloques constantemente.
Pero puede ser incluso lo contrario, ya que muchos mineros de criptomonedas están buscando formas de obtener mayores beneficios. Para ello acuden a las energías renovables, invirtiendo en paneles solares y otras alternativas similares para reducir costes del minado.
El impacto del bitcoin es mínimo en el medio ambiente, sobre todo si lo comparamos con otras actividades productivas. Se trata de un granito de arena en una playa kilométrica que incluso es menos lesiva que la huella de carbono que produce el sistema bancario tradicional.